Se dice que los gatos perciben aquello que nosotros somos incapaces de percibir, como las ondas de aparatos electrónicos, así como los dolores que padecen los humanos y no solo los dolores físicos, yo diría que son expertos en decifrar nuestros males espirítuales, es como si olieran las energías tanto buenas como malas. Siempre dispuestos a rodearte y acariciarte con su cola cuando quieren limpiarte del estres que traes del día o quizás cuando sienten que algún parasito energético viene pegado a ti. No es extraño entonces comprender por qué tienen la capacidad de detectar aquello que nosotros no vemos ni oímos. Si tu gato se queda mirando fijamente un lugar en la habitación, o si de repente se eriza sin motivo aparente, quizás se deba a que ha percibido algún tipo de energía perturbadora en el ambiente. Son seres a veces difíciles de decifrar, pero en ese mismo misterio está su encanto y si uno te ha escogido como su humano, tienes un buen guardian energético y una comañia única.

Chincheros, Cusco, Perú