La historia del padre Henry Kowalczyk. nació en EE.UU. Hijo de fervorosos católicos polacos. Fascinado por el mundo en la adolescencia, se aficionó a los conciertos de rock y los videojuegos. El ideal de su vida era ser millonario al cumplir 30 años. Por esta razón, solo con dieciocho compró sus primeras acciones en la bolsa. Un día, su madre le invitó a ver un programa de televisión donde hablaba una popular religiosa: la Madre Angélica. Programa que le cambió la vida. A escondidas siguió viendo a Madre Angélica, que le ayudo en su proceso de conversión. Tras romper con su novia y cambiar su estilo de vida, comenzó a sentir con fuerza la llamada del Señor a la vida sacerdotal. Estando en su discernimiento vocacional, conoció en Estados Unidos al Superior General de los Siervos del Hogar de la Madre, con quien habló de sus inquietudes religiosas. Al escuchar las misiones son las misiones del Hogar de la Madre, se sintió cautivado por ellas y entendió que era allí dónde el Señor le quería. Fue a España a conocerles. Aquí vivió durante 20 años, 10 de los cuales como sacerdote. Y de ellos 6 en el Hospital Clínico Universitario. El Padre Henry Kowalczyk, contaba siempre experiencias impresionantes en los cuales algunos enfermos habían encontrado la fuerza en Cristo, especialmente a través de los sacramentos de la Eucaristía, la confesión y la unción de los enfermos. La Comisión Diocesana de Pastoral de la Salud del Arzobispado de Valencia le encargaba charlas de formación dirigidas a los agentes de Pastoral de la Salud bajo el título “El poder curativo de la fe”, en la que hablaba de “Jesucristo: médico de las almas y los cuerpos ”,“ Los sacramentos y la oración, encuentros íntimos y sanadores con Jesucristo vivo, en la comunidad eclesial ”. Defendía que cuando la sanación es buena para la salvación de alma, los sacramentos sanaban. Llevaba ya 22 años consagrado y desde hace casi 13 años era sacerdote. Llevaba algunos días en Amposta (Tarragona, España) sirviendo como capellán a una comunidad de Carmelitas Descalzas que se había quedado sin atención espiritual a causa del coronavirus. Donde le ha sobrevenido en la madrugada del 15 de abril el ataque que no pudo superar. El P. Henry estaba alojado en una casa aparte del recinto de las religiosas y al sufrir el ataque se cayó golpeándose fuertemente en la cabeza, lo que le ocasionó la muerte. Con anterioridad, tiempo atrás, sufrió otro accidente de este tipo, que le provocó una rotura de mandíbula, de la que fue intervenido, quedando bien. Según testimonio de las mismas Carmelitas en sus ultimos dias «estaba feliz y en las homilías, estos días, hablaba del Cielo». https://padrehenry.com/ ... https://www.youtube.com/watch?v=f6WHUEdJTcE